Estas Enojado?

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Estás Enojado?

Juan 2:15-16

15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; 16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mí Padre casa de mercado.

Introducción:

A veces mi hija me pregunta, Papi estás enojado? Esta es una pregunta muy importante para ella que necesita respuesta. Verás, me he dado cuenta que tiene que saber que no estoy enojado con ella. Ella necesita saber que todo va bien entre ella y yo, esto es necesario para ella:

* Para continuar su día.

* Para ella interactuar conmigo.

* Y también he notado que esto le afecta en el modo que actúa con otras personas.

Es importante saber que Papa no está enojado conmigo.

  • Esto puede ser cierto para muchos de nosotros.
  • Esto es exactamente lo que puede cambiar el enfoque de la lección del Evangelio de hoy, un Jesus enojado / Dios esta enojado.
  • Para seguir en nuestros día/vidas debemos saber que Dios no está enojado con nosotros.
  • A lo mejor nos preocupa saber que si estaba enojados con ellos también está enojado conmigo.
  • Porque hay similitudes entre las personas de entonces y ahora.
  • Existen similitudes entre ellos y yo.

I.Jesús tenía muchas razones para estar enojado.

  • Todos los “no” que hacemos (Referir a Éxodo 20)
  • La casa de Dios se había convertido en un mercado.
  • La presencia de Dios no era el enfoque.
  • El alabar a Dios no era el enfoque.
  • El amor al prójimo no estaba presente.
  • El caos y el olor de ese lugar era una representación adecuada del corazón y la salud espiritual del hombre.

II.Cuando Jesús “limpia” el templo, esto nos trae a un nuevo enfoque.

pero cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia, (Romanos 5:20)

  • Jesús no se queda de brazos cruzados, Jesús tiene un plan.
  • Jesús identifica el problema, hay limpieza por hacer.
  • Jesús no solamente limpia el templo pero también en Su inmenso amor nos limpia a nosotros.
  • Las acciones de Jesús no dejan preguntas sin respuesta.

III. Su amor es para ti.

  • Lo recibimos en su templo.
  • Lo recibimos en nuestra confesión y absolución.
  • Lo recibimos en Su Palabra.
  • Lo recibimos en Su Baptismo.
  • Lo recibimos en Su Santa Cena.

IV. Ahora podemos seguir con nuestro día e interactuar con nuestro prójimo.